Valoración Escultura Abstracta
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¿Qué es la escultura abstracta?
Las primeras esculturas abstractas aparecieron en la década de 1910, cuando artistas europeos y estadounidenses revolucionaron las prácticas artísticas al integrar nociones inmateriales en su práctica. La abstracción es un movimiento que se manifestó primero en la pintura y el dibujo, con las obras de Vassily Kandinsky, y después se reveló en la escultura. La importancia de las esculturas abstractas es innegable, y siguen inspirando a generaciones de artistas que han seguido los pasos de los pioneros de este movimiento.
Constantin Brancusi está considerado el padre de la escultura abstracta. Los hermanos rusos Anton Pevsner y Naum Gabo estuvieron entre los primeros escultores abstractos, creando formas fijas inspiradas en el movimiento. Alexander Calder y Frank Stella se cuentan entre los representantes más renombrados de la escultura abstracta. En Europa, la escultura abstracta está impulsada por artistas como Joan Miró, Jean Arp y Nicolas Shoëffer, así como por los británicos Barbara Hepworth y Henry Moore, del grupo Unit One.
La escultura abstracta en el mercado del arte
La escultura abstracta europea y estadounidense ha gozado de un amplio reconocimiento, entre otras cosas gracias a los marchantes de arte y coleccionistas que la han promovido a lo largo de los años. Leo Castelli y Heinz Berggruen, activos en el siglo XX, aportaron reconocimiento internacional a la escultura abstracta. Desde entonces, el valor de estas obras no ha dejado de aumentar, evolucionando en función de las valoraciones individuales de los artistas que representan esta categoría. Las esculturas abstractas se han consolidado como valores fuertes en el mercado internacional del arte.
Los precios de las esculturas abstractas dependen principalmente de la fama de los artistas. Los móviles de Alexander Calder y las estatuas de Joan Miró alcanzan precios elevados en las casas de subastas de todo el mundo. El criterio de rareza también es decisivo: las obras únicas en mármol, piedra o madera son más codiciadas que las estatuas abstractas en bronce. El tamaño y la procedencia también influirán en el precio de una escultura abstracta.
Falsificadores experimentados han realizado falsificaciones de esculturas abstractas y estas obras han circulado en el mercado del arte. Los precios de los artistas no sufrieron especialmente, pero a raíz de estos casos aumentó la desconfianza de los coleccionistas. Así, cuando una obra se pone a la venta, es esencial que haya sido tasada y, en algunos casos, también autentificada por un comité de expertos especializados en cada artista.
Precio y valoración de estatuas abstractas en subasta
Los monumentales móviles de Alexander Calder y las estatuas de figuras abstractas de Joan Miró son las esculturas abstractas más caras del mercado del arte, atrayendo pujas millonarias. En 2014, el «Pez volador» de gran formato de Calder, que el vendedor había adquirido a la renombrada Galería Maeght, se vendió por 16.714.100 euros, el doble de su estimación máxima (Sotheby’s, Nueva York).
Algunas de las esculturas abstractas se venden en subasta por cientos de miles de euros, alcanzando a veces la marca del millón de euros. Entre ellas destacan las suspensiones metálicas de Ruth Asawa, las construcciones metálicas de Anton Pevsner -gran maestro de la abstracción geométrica- y las esculturas de metal coloreado a gran escala de Frank Stella. Se observan precios y estimaciones similares para las esculturas de formas orgánicas en bronce y piedra de Barbara Hepworth, las formas femeninas abstractas de Jean Arp, las esculturas de formas geométricas (cúbicas, redondas) en metal de David Smith y las esculturas en piedra de Isamu Noguchi (figura principal del expresionismo abstracto americano).
Ensamblajes y cajas individuales de Louise Nevelson y esculturas de metal a gran escala del artista británico Anthony Caro se subastan por entre 150.000 y 600.000 euros. Las esculturas abstractas de formas y materiales orgánicos (bronce, madera) de Etienne Martin, los ensamblajes equilibristas de Alicia Penalba y las esculturas de formas geométricas (círculos, arcos de círculos) de Max Bill se venden por entre 30.000 y 100.000 euros.
La mayoría de las esculturas abstractas tienen precios y estimaciones inferiores a 10.000 euros. Entre ellas, estatuas de bronce de Dorothy Dehner y bronces del escultor húngaro Etienne Hajdu.