La contribución de las esculturas de Constantin Brancusi (1876-1957) a la vanguardia parisina es innegable. Trabajó el material: bronce, yeso o piedra a mano (una herencia de las tradiciones rumanas) para darle una nueva forma de expresión en armonía con el tema.
Las esculturas de Brancusi permanecieron desconocidas para el gran público durante mucho tiempo. Sólo al final de su vida algunos museos se interesaron por su obra. Tras un periodo en la sombra, su valor aumentó en la década de 1990, cuando los museos le dedicaron retrospectivas, convirtiéndole así en un artista importante del arte moderno. Hoy en día, las esculturas de Brancusi son un valor seguro en el mercado del arte.
El valor de las esculturas de Brancusi ha ido en aumento desde los años 90, y en la década de 2000 alcanzaron en subasta más de 10 millones de euros. «El beso» es una de las esculturas más emblemáticas del artista; existe en varias versiones y siempre causa sensación en las salas de subastas. Las cabezas, motivo favorito del artista, que representan figuras de rasgos simplificados, también son muy codiciadas. Otras series de esculturas del artista (bustos, esculturas sobre plintos) también son populares entre los coleccionistas.
Los precios de compra de las diferentes versiones del «Beso» de Brancusi oscilan generalmente entre los 5 millones para las esculturas de yeso y los 6 millones de euros para las esculturas de piedra (principalmente granito) y madera. En 2014, una versión en yeso del «Beso» se vendió por un precio de compra similar a su estimación máxima: 5.405.250 euros (Christie’s, Nueva York).
Los precios de venta de las esculturas que representan cabezas (Danaïde, Muse, Prométhée, Mademoiselle Pogany) oscilan principalmente entre 7 y 9 millones. En 2015, una escultura que representaba a una Musa dormida se vendió por 7.097.600 euros (Christie’s, Nueva York). Cuando su procedencia es prestigiosa, las pujas pueden alcanzar nuevas cotas. En 2017, «La Muse endormie», una escultura de bronce que perteneció a Marie-Laure de Noailles y posteriormente al célebre coleccionista Jacques Ulmann, superó las expectativas de la tasación y se vendió por 46.471.200 euros (Christie’s, Nueva York).
«La musa dormida», escultura de bronce patinado con pan de oro 1913, Constantin Brancusi, vendida por 46.471.200 euros en 2017 (Christie’s, Nueva York)
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