Valoración de esculturas modernas

¿Cómo valorar una escultura moderna?

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El final del siglo XIX y el comienzo del XX marcaron el inicio de la modernidad en la escultura, iniciada por Auguste Rodin. La escultura era a veces radicalmente diferente a los ojos de artistas atípicos como Camille Claudel, Antoine Bourdelle o Aristide Maillol. La diversificación de los temas y la simplificación de las formas y los volúmenes son dos características esenciales de la escultura moderna. Los materiales también se diversificaron: el bronce, la piedra y la madera permanecieron, mientras que surgieron nuevos soportes (alambre, aluminio, plástico) y nuevas técnicas.

Se inició entonces la carrera hacia la vanguardia, con numerosas corrientes apropiándose del medio. Los escultores contribuyeron en gran medida a la renovación estética. Las esculturas cubistas de Pablo Picasso, Jacques Lipchitz, Ossip Zadkine y Henri Laurens iniciaron la deconstrucción del sujeto y marcaron un punto de inflexión en la representación tridimensional. El constructivismo, liderado por Vladimir Tatlin, Anton Pevsner y Naum Gabo, supuso un paso más hacia la abstracción. Las esculturas surrealistas de Max Ernst dieron paso a los reinos de lo imaginario y lo fantástico. Alberto Giacometti, cercano a los surrealistas, creó esculturas inmediatamente reconocibles, caracterizadas por el estiramiento extremo de los volúmenes. La década de 1930 fue testigo del desarrollo de la escultura abstracta, que adoptó diversas formas: neoprimitiva, con Constantin Brancusi, onírica, con Jean Arp, o cinética, con Alexander Calder.

En el mercado del arte, las esculturas modernas suelen ser muy valoradas y estimadas. Sin embargo, pueden variar mucho en función de la reputación del artista, la rareza, el tamaño y los materiales utilizados. El valor de una escultura moderna depende en gran medida de la calificación de su autor. Las obras firmadas por un gran nombre del arte moderno son las que tienen más posibilidades de alcanzar un precio de compra, sobre todo si su datación demuestra su carácter vanguardista y si son únicas o tienen un número reducido de ediciones. La marca del fundador también puede influir positivamente en la valoración de una escultura moderna de bronce. 

Algunos grandes artistas son especialmente codiciados, como Picasso, Giacometti o Brancusi. En 2015, una escultura de bronce de Alberto Giacometti, fechada en 1947 y numerada 6/6, titulada «L’homme au doigt», se vendió por la cifra récord de 112.518.000 euros (Christie’s Nueva York). En 2017, una escultura de bronce y pan de oro de Constantin Brancusi titulada «La musa dormida» (1913) se vendió por 46.471.200 euros en una subasta (Christie’s Nueva York).

Además de estos Papas del arte moderno, una miríada de artistas contemporáneos a ellos han creado esculturas que ahora se cotizan dinámicamente. Las esculturas de Marcel Gimond, Germaine Richier y Marino Marini, por citar sólo algunas, suelen alcanzar precios elevados en las subastas.

Si posee una escultura moderna, le recomendamos encarecidamente que la haga tasar por un experto en arte para establecer la estimación más cercana a su valor de mercado.

Henri Laurens, ‘Femme à l’éventail’, bronce, fundición Valsuani, edición 3/6, 1919, 60 cm, vendido por 395.420 euros en 2013 (Sotheby’s Londres)