Precio de reserva en una subasta: ¿cómo elegirlo?

¿Qué es un precio de reserva?

En una subasta, el precio de reserva es el precio por debajo del cual el propietario del objeto u obra de arte que se ofrece no desea que se venda.

Si un cuadro tiene un precio de reserva de 1.000 euros, no podrá venderse por debajo de este precio en la subasta. Se venderá por encima de ese precio o, si nadie quiere comprar la obra a 1.000 euros o más, se retirará "por falta de pujas". En el jardín de las subastas, esto se conoce como un cuadro "comprado". El precio de reserva es una garantía para el vendedor, que le permite recuperar su propiedad gratuitamente si no encuentra comprador.

El precio de reserva es secreto y no lo conocen los posibles licitadores y compradores.

¿Es obligatorio el precio de reserva?

No es obligatorio fijar un precio de reserva cuando se vende un artículo en subasta. Para pinturas, esculturas o dibujos de escaso valor de mercado, para los que sabemos que el interés de los aficionados es moderado o que requieren una logística de transporte importante, no se aconseja poner un precio de reserva, o bien un precio de reserva muy bajo. De hecho, los gastos de transporte corren a cargo del vendedor. Si no se alcanza el precio de reserva para un mueble grande o un cuadro y el artículo se revaloriza, el propietario deberá organizar y pagar los gastos de transporte para llevar el artículo a su casa.

¿Quién fija el precio de reserva?

El subastador o su experto propondrá al vendedor el precio de reserva que considere más realista. No debe ser demasiado alto para no desanimar a los compradores, ni demasiado bajo para no devaluar la obra. El subastador tiene el deber de asesorar. El objetivo de una subasta es vender el cuadro, la joya o el reloj al mejor precio. El precio de reserva puede negociarse con el subastador, pero ambas partes son libres de rechazar la venta si el precio de reserva no les resulta aceptable.

¿Cuánto debo fijar como precio de reserva?

El precio de reserva de un cuadro, un bolso o una joya debe ajustarse a la realidad del mercado del artículo. El subastador o experto estudiará los resultados de subastas recientes de obras de arte u objetos de lujo similares y propondrá un precio de reserva acorde con estos resultados. El precio de reserva será igual o inferior a la estimación más baja propuesta en el catálogo de venta. Por ejemplo, para nuestro cuadro con un precio de reserva de 1.000 euros, podría ofrecerse con una estimación de 1.000 – 1.200 euros o de 1.200 – 1.600 euros, pero no de 800 – 1.200 euros. La estimación baja debe ser siempre igual o superior al precio de reserva.

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